sábado, 27 de junio de 2015

CONTENIDO DEL CURSO

  • ·      La problemática del conocimiento.
  • ·      Epistemología intrínseca y extrínseca.
  • ·      Disciplina, ciencia y epistemología.
  • ·      Antropogogia y las disciplinas agógicas.
  • ·     Importancia de la investigación y la producción de conocimientos en la constitución de la disciplina.
  • ·      Educación y su estructura fundamental.
 

Objetivo General

Construir una actitud crítica frente a las principales posturas y problemáticas epistemológicas de la filosofía como ciencia para la construcción de los aprendizajes en los debates epistemológicos propios de las ciencias de la educación.

Objetivos Específicos

  •      Conocer las diversas concepciones existentes en relación a la conformación del espacio epistemológico y su respectiva aplicación en el campo de la educación.

  •      Apropiarse conceptualmente de las diversas funciones que desarrolla la epistemología según su ubicación en el campo de saber.

  •      Reflexionar en torno a las problemáticas epistemológicas centrales en las ciencias sociales contemporáneas y sus aportes al análisis epistemológico de la Educación.

 

ESTRATEGIAS DE EVALUACIÓN



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Uso de la Pedablogía
Construcción de un blog virtual personalizado (Experiencias significativas.)
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Producción escrita libre
Desarrollo profundo de cualquiera de los contenidos de la asignatura en forma virtual.
25
Foro virtual
Mediante el uso del blog virtual, aplica estrategias interactivas para crear el grupo de internatuas con el que pueda desarrollar el foro virtual.
25
Seminario taller
Discusión final sobre la epistemología y el uso en su campo laboral y de su crecimiento  profesional
25

1 comentario:

  1. Cada hombre es un filósofo

    Jutta Burgraff

    "Los pensamientos son libres", dice una canción popular alemana. Se puede comprender que fue prohibido cantarla en el tercer Reich. Pero el mandato de "olvidarla", propio de un régimen totalitario, condujo solamente a cantarla con más entusiasmo, en la clandestinidad o, al menos, por dentro, en el propio corazón, es decir, en aquel lugar íntimo que no alcanzan las órdenes, y donde "los otros" no pueden entrar.

    Somos libres para pensar por cuenta propia. Pero, ¿tenemos el valor de hacerlo de verdad? ¿O estamos más bien acostumbrados a repetir lo que dicen los periódicos y revistas, la televisión, la radio, lo que leemos en internet o lo aseverado por alguna persona, más o menos interesante, con la que nos cruzamos por la calle? Hoy en día, en muchos países parece que ha desaparecido la autoridad que dicta los pensamientos, la censura. Pero lo que hallamos en realidad, es que aquella autoridad ha cambiado su modo de obrar: no se vale de la coerción sino tan sólo de una blanda persuasión. Se ha hecho invisible, anónima, y se disfraza de normalidad, sentido común u opinión pública. No pide otra cosa que hacer lo que todos hacen.

    ¿Somos capaces de resistir a los tiroteos constantes de este "enemigo invisible"? Hemos aprendido a ejercer nuestra facultad para discurrir y discernir? Pensar es, sin duda, una gran cosa; pero es ante todo una exigencia de la naturaleza humana: no debemos cerrar voluntariamente los ojos a la luz. ¿Estamos dispuestos, en definitiva, a ser o llegar a ser "filósofos", a entusiasmarnos con la realidad y buscar el sentido último de nuestra vida?

    El Papa Juan Pablo II afirma algo que parece atrevido a primera vista: "Cada hombre es, en cierto modo, filósofo y posee concepciones filosóficas con las cuales orienta su vida" [1]. ¿Qué quiere decir esto? Un profesor de química, un ama de casa, un taxista, una ministra, un campesino, una artista, un futbolista, ¿todos ellos pueden ser filósofos?
    Dr. bahamonde.

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